En mi disciplina profesional, la terapia, aprendemos mucho sobre la teoría de sistemas familiares, que también señala que las personas tienden a recapitular su dinámica familiar en el lugar de trabajo. Por ejemplo, si uno es el héroe de la familia, probablemente también sobresale en el trabajo. Si uno creció en una familia disfuncional, y para ser honesta, cada familia es al menos un poco disfuncional, podría buscar un lugar de trabajo que también sea un poco disfuncional. Esto le permite desempeñar el papel que ha pasado toda su vida aprendiendo.
Al reconocer que las familias disfuncionales tienden a tener héroes, chivos expiatorios, payasos y facilitadores, una cosa que definitivamente tienen en común es un alto nivel de imprevisibilidad. Todos caminan sobre cascarones porque no quieren provocar a nadie. La imprevisibilidad da forma al sistema familiar e influye en el desarrollo de los niños de manera duradera.
La imprevisibilidad de las acciones de un líder es similar. Disminuye la confianza en el sistema y aviva el miedo a lo que podría suceder. Hay muchas maneras de dirigir, pero los rasgos de liderazgo que las personas más valoran consistentemente son la honestidad, la apertura mental y la compasión. Las personas anhelan estabilidad y certeza, pero el comportamiento errático en un líder puede llevar a la incertidumbre y la ansiedad. Para cualquiera que haya crecido en una familia disfuncional, el clima actual probablemente le resulte demasiado familiar.
La gente necesita sentir que sus líderes obran para los intereses de los demás, y si le gente no recibe estas impresiones, es necesario expresar sus opiniones de manera para que los líderes les hagan caso. Y debe buscar a otros que piensen de modo parecido en espacios donde haya seguridad y compasión.
Soy Suzanne Degges-White y esa es mi perspectiva.
Traducido por Alondra Gamez.
