El chef ejecutivo pica cebolla para una salsa casera. En otra parte de la cocina, los cocineros amasan la masa de pizza y los trastes suenan en el lavabo.
A unos pies de ahí, cientos de clientes llegan, ordenan, y salen en minutos. Hoy en día, sirven más de 1,700 comidas. Bienvenidos al restaurante más grande y lleno de la ciudad: DeKalb High School.
El año pasado, servimos 1.15 millones de comidas, y estamos en trayectoria de hacer más este año.” Dijo Mike Chamness. Él es el gerente de servicios de comida en DeKalb Public Schools.
“¡Hola, amigo! ¿En que le podemos ayudar hoy? Pregunta Tiffany. Una de las trabajadoras de comida de la escuela. Ella guía a una fila de estudiantes a través de su puesto.
El primer grupo de estudiantes acaba de entrar, el cual consiste en 200 estudiantes. La clientela permanecerá así por otras cuatro horas. Los trabajadores han estado preparando comida desde las 6 a.m.
Y los estudiantes de DeKalb tiene muchas opciones. Hay pasta, un deli para pedir sándwiches, ensalada, vegetales salteados, un bar de burritos estilo Chipotle, una estación de snacks y por supuesto, un especial diario. Para hoy, es un hot dog con chili.
Hay más opciones para este año, gracias a la nueva asociación del distrito con el vendedor de alimentos Organic Life.
Connor Arteaga es el director de servicio de comida con Organic Life. Arteaga dice que hay estándares nutritivos que tienen que cumplir.
“Tenemos que ofrecer todos los cinco de nuestros componentes, los cuales son los granos, la carne/una alternativa de carne, la fruta o vegetal y luego la leche,” dijo Arteaga. “Deben de tomar tres de las cinco para el almuerzo, uno de los cuales tiene que ser la mitad de una tasa de fruta o un vegetal.”
DeKalb ofrece comida gratuita para cada estudiante, ambos en el desayuno y el almuerzo, sin importar la edad o el ingreso de dinero.
“Desafortunadamente, algunos de nuestros estudiantes, puede ser que sea las únicas comidas que comen cada día, pero también definitivamente las comidas más saludables que comen cada día,” dijo Chamness. Él dice no terminan los beneficios con eso.
“Hay menos visitas a la oficina de enfermera. Muchas de las veces, los estudiantes van a la oficina de enfermera cuando solo lo que tenían era que tenían hambre,” dijo Chamness. “Entonces tenemos menos visitas a la oficina de enfermera y hemos mejorado el comportamiento en el distrito.”
La mayoría de las investigaciones muestran que las comidas universales conducen a menos problemas de comportamiento y mejora el rendimiento académico.
El programa de comida se ve un poco diferente en las escuelas de primaria e intermedia. Por ejemplo, ellos dan el desayuno en los salones en esos niveles.
“Lo cual elimina ese estigma,” dijo Chamness. “Todos comen a la misma hora, donde antes había una opción: puedes ir afuera y jugar con tus amigos o puedes entrar y desayunar.”
Pero en DeKalb, las comidas universales son una cosa relativamente nueva. Los han ofrecido por cuatro años. Durante la pandemia, el gobierno federal permitió a todas las escuelas ofrecer comidas gratuitas. Eso se acabó en el 2022, pero después de que varias escuelas, como DeKalb, vieron los positivos, no pudieron regresar a como era antes.
Roxanne Ramage trabaja con la Junta de Educación del Estado de Illinois. Dice que es una tendencia que han visto en Illinois.
“Sí vimos algo de crecimiento después de esa alimentación pandémica y continuamos apoyando a los estudiantes,” dijo Ramage. “Es genial cuando los estudiantes pueden venir a la escuela y no tener que preocuparse de eso.”
DeKalb califica para las comidas universales a través de la Community Eligibility Provision. Es un programa federal donde las escuelas pueden ofrecer comidas gratuitas si un cierto porcentaje de estudiantes califican para ayuda federal como Medicaid o SNAP.
“Estaba en 40% hasta este año escolar,” dijo Ramage, “y luego el gobierno federal lo cambió, y redujo ese porcentaje a 25%.”
Ahora más escuelas califican, pero Ramage dice que no han visto un gran aumento en la participación en el programa.
Esto se debe a que cuantos menos estudiantes califiquen para recibir ayuda federal, menor será la tasa de reembolso de la escuela, entonces no es financieramente viable para algunas escuelas.
El año pasado, Illinois pasó una ley sobre las comidas gratuitas universales. El problema es que no lo financiaron. El representante Maurice West, el patrocinador de la ley, introdujo otro proyecto de ley este año para dedicar 200 millones de dólares al programa, pero fue aprobada.
Si se aprueba en algún momento, el personal de comida en DeKalb piensan que podría hacer una gran diferencia.
Ellos dicen que al tener acceso a comidas los estudiantes, no solo llenan sus estómagos, les dan energía para que puedan jugar durante el recreo, y alimenta sus cerebros para que se enfoquen en sus tareas, y construye una base para una vida saludable.
Traducido por Carlos Loera