Dos escuelas primarias, separadas por siete millas. Richmond Elementary y Wegner Elementary. Richmond está ubicada en St. Charles, donde el porcentaje de estudiantes de bajos ingreso es solo una fracción del promedio estatal. Luego está Wegner ubicada en West Chicago, donde el porcentaje está bastante por encima.
Pero ambas escuelas han observado un fuerte aumento en su población estudiantil sin hogar en los últimos años. El promedio estatal es del 3%, pero en Wegner es de alrededor del 18% y en Richmond, del 21%.
En un distrito como St. Charles, Richmond es un valor atípico. En West Chicago, Wegner es más una tendencia.
Daisy Martinez del People's Resource Center recorre los pasillos de un banco de alimentos que ella misma ayuda a gestionar. Está ubicada en un edificio escolar en West Chicago. La mayoría de las 100 familias que compran aquí tienen hijos que estudian en el distrito escolar. Hay escuelas a ambos lados del edificio y la despensa abre después de la salida de escuela, así que Martinez dice que los padres a menudo pasan por allí con sus hijos cuando van a recogerlos.
"Eso o antes de que su hijo o hija vaya a otras actividades como la orquesta, la banda, los deportes y demás", dijo Martinez. Así que veo a algunos chicos y chicas pasar con su uniforme puesto".
Sarah Norton dice que la despensa es uno de los muchos recursos comunitarios que los que forma parte el distrito y a los que puede derivar a los padres. Ella es la directora de alianzas del distrito escolar de primaria de West Chicago.
También es la persona de contacto para el programa McKinney-Vento. La ley McKinney-Vento es la ley federal que garantiza el derecho a la educación de los estudiantes sin hogar. En este contexto, "sin hogar" significa que no tienen una vivienda "fijo, regular o adecuada". A menudo, esto se manifiesta en familias que comparten viviendas porque no alcanzan para una casa propia.
Norton dice que McKinney-Vento también es una fuente de fondos para ayudar a esos estudiantes conseguir transporte, ropa y útilies escolares.
"Tenemos 450 estudiantes quienes cumplen los requisitos del programa McKinney-Vento, desde el programa para niños de 0 a 3 años hasta octavo grado”, dijo Norton.
En West Chicago, Wegner ha experimentado un gran aumento en los últimos años, al igual que todo el distrito. En 2019, menos del 2% de los estudiantes del distrito fueron clasificados como personas sin hogar. Este año, es del 10%.
Norton dice que eso es parcialmente debido a las condiciones económicas y en parte a que están mejorando en la identificación de estudiantes sin hogar. Antes de la pandemia, Norton dice que correspondía a los padres, durante el proceso de inscripción, indicar si tenían una situación de vivienda inestable.
“Actualizamos los procesos de registro y nos aseguramos de incluir una pregunta en nuestro formulario de registro anual de estudiantes que indaga sobre la inestabilidad de la vivienda. En ella se mencionan esas tres situaciones, como por ejemplo: ‘¿Compartes vivienda con otra familia?’”, dijo Norton. ¿Vives en una vivienda adecuada? ¿Es coherente?' Así que, cada vez que alguien marca esa casilla durante el registro, nos ponemos en contacto con ellos",
Dice que han sido capacitados para identificar las señales de advertencia de la falta de vivienda. Pero también hay más estudiantes sin hogar ahora. Esto se debe a múltiples razones, desde el aumento del costo de vida hasta el hecho de que han sufrido dos incendios importantes en edificios de apartamentos en los últimos años, que dejaron a varias familias sin hogar de la noche a la mañana.
Pero, ¿por qué las cifras son tan elevadas en la escuela primaria Wegner, donde casi el 18% de sus alumnos no tienen hogar? Norton dice que está cerca de uno de sus complejos de apartamentos más grandes, donde varias familias comparten vivienda.
"No es por el hecho de que digan 'Nos llevamos bien y queramos compartir vivienda", dijo Norton. "Es porque no alcanzan para pagar el alquiler en ningún lugar del oeste de West Chicago sin juntar sus finanzas y vivir juntos. Y no es necesariamente que aparezcan los nombres de ambas familias en el contrato de alquiler. Es muy fácil que, si te descubren, corras el riesgo de perder la vivienda, tanto la persona cuyo nombre figura en el contrato de alquiler como la otra familia que vive con ella.
Ella afirma que el distrito trabaja en estrecha colaboración con organizaciones comunitarias para brindar servicios de gestión de casos y programas extraescolares a estos estudiantes. Sin embargo, la situación es especialmente difícil porque, una vez que las familias se ven obligadas a abandonar West Chicago debido a los altos precios, los suburbios de los alrededores suelen ser aún más caros.
Uno de esos suburbios circundantes es la vecina St. Charles, donde se encuentra la escuela primaria Richmond, que tiene una tasa de personas sin hogar aproximadamente 10 veces mayor que la del resto del distrito escolar.
Atlee Smith es la persona encargada del enlace entre la comunidad y las familias del distrito.
"Muchas persona escuchan hablar de St. Charles y piensan, 'Pues, aqui no tenemos viviendas para personas de bajos ingresos. No tenemos viviendas a precios asequibles", dijo Smith. "Creo que es uno de los mayores conceptos erróneos que me he esforzado mucho por desmentir."
Hace dos años, el distrito modificó los límites de las zonas escolares y reclasificó la escuela Richmond, que pasó de ser una escuela intermedia a una escuela primaria. Sabían que esto podría concentrar a más estudiantes de bajos ingresos en Richmond y en algunas otras escuelas.
Contaban con muchos colaboradores de la comunidad que querían ayudar, pero necesitaban actuar de forma más planificada. Así que, este año, crearon un formulario de necesidades esenciales, para ayudar a conseguir a los estudiantes cosas que el distrito no puede comprar con los fondos de McKinney-Vento.
“Quizás se trate de entradas para el baile de graduación o de zapatillas de atletismo”, dijo, “y nosotros tomaremos esa necesidad que nos comunique nuestra trabajadora social o el personal de la escuela y la incluiremos en nuestro formulario de necesidades esenciales”. Se lo enviaremos a nuestra responsable de la comunidad, quien enviará un correo electrónico a todos los miembros de esa red, y alguien dirá: "Yo me encargo de recogerlos".
Smith ayuda a elaborar un calendario mensual con artículos que se necesitan con frecuencia según la temporada, como disfraces de Halloween en septiembre.
El distrito escolar de St. Charles también colabora con la organización sin fines de lucro Big Hearts of Fox Valley para ayudar consegiuir regalos navideños para las familias que se benefician del programa McKinney-Vento. Recientemente celebraron su evento de Papá Noel en formato de autoservicio en una fría noche de diciembre. Las familias llegan en sus coches para recoger los regalos.
“Soy madre de acogida de dos niños pequeños que no tienen hogar, y conesguir estos regalos para ellos significa muchísimo para mí”, dijo una madre de St. Charles en el evento. "Se emocionan mucho y son muy felices. Nunca han visto nada igual. Así que esto es una bendición para nuestra familia y nos proporciona un apoyo enorme como familia de acogida, permitiéndonos satisfacer todas sus necesidades.
Big Hearts trabaja con los trabajadores sociales del distrito escolar para obtener las listas de deseos de los niños, de modo que las personas de la comunidad puedan comprarles regalos. Este año repartieron más de 10.000 regalos.
Smith dice que es posible que continuarán a ver altos niveles de personas sin hogar en las escuelas como Richmond. Pero ella dice que confía en que ahora cuentan con los sistemas necesarios para apoyar a esos niños.
Traducido por Carlos Loera.