Las organizaciones de derechos laborales se enfrentan con una batalla cuesta arriba para apoyar a los trabajdores inmigrantes con bajos salarios.
Alexandra Sossa es la directora ejecutiva de FLAP (Proyecto de Ayuda para los Trabajadores del Campo y Jardineros) La organización sin fines de lucro proporciona apoyo legal y social a trabajadores de bajos ingresos cuyos derechos han sido violados en el trabajo.
Dijo que la promesa del presidente Trump de deportación masiva plantea desafíos a su trabajo.
Dijo que los inmigrantes constituyen la mayoría de los trabajaodres de la agricultura, el procesamiento de alimentos, el empque de carne y los productos lácteos. Dijo que antes de la pandemia, este grupo de trabajadores era invisible.
"Durante la pandemia, se convirtieron en trabajadores esenciales y ahora, bajo esta nueva administración, esos trabajadores son criminales", dijo Sossa.
"Entonces, por causa de esto, la conclusión para FLAP es un trabajo intenso para abordar estos asuntos y aumentar los recursos que se les dan a los trabajadores para que defiendan sus derechos".
Dijo que minimizan la publicidad de los entrenamientos de "conozca sus derechos" como medida de protección, para que estos eventos no se conviertan en un objetivo de las autoridades migratorias.
Traducido por Carlos Loera