A pesar de que nunca he visto El Aprendiz, Donald Trump no habría ganado una elección sin ella. Otro legado de esta serie es la normalización del comportamiento tóxico del jefe.
Esto quedó en evidencia cuando trabajadores federales fueron despedidos debido a su mal desempeño laboral, a pesar de tener excelentes críticas. Gaslighting, o hacer luz de gas en el lugar de trabajo del siglo XXI significa que puede presentar evidencia concreta para demostrar el mérito, y el liderazgo la negará o la ignorará. Al negar los logros de un empleado, se evita cualquier conversación sobre aumentos o promociones, lo que conduce a mayores ganancias y bonificaciones.
Además de gaslighting, existe la expectativa de tolerar insultos o faltas de respeto sólo porque recibes un sueldo. "Deberías estar feliz de tener un trabajo" es la respuesta estándar cuando se intenta discutir problemas en el lugar de trabajo.
De la mano con el gaslighting y el abuso verbal está la falsa camaradería que acompaña al liderazgo tóxico. Los memorandos utilizan nombres propios y, oficialmente, el lugar de trabajo está abierto a nuevas ideas... hasta que expresas una nueva idea que no se alinea con el liderazgo. Luego, "no eres un buen candidato" y "no entiendes la cultura de la organización". Por supuesto, el lugar de trabajo del siglo XXI acepta la innovación, pero debe ser del tipo adecuado.
Afortunadamente, sólo pasé una parte de mi vida profesional en la era posterior a El Aprendiz. No obstante, mis estudiantes descubrirán muy rápidamente el poco valor que se concede a la competencia, a las habilidades y al conocimiento. La adulación es todo lo que necesitas si no quieres que te despidan.
Soy Frances Jaeger, y esa es mi Perspectiva.
Traducido por Carlos Loera