Una cosa que todos en las escuelas intermedias y secundarias del distrito escolar Hinckley-Big Rock han notado es que, con los teléfonos celulares prohibidos, el comedor y los pasillos son definitivamente ruidosos ahora.
Por lo general, los administradores escolares no consideran que esto sea algo bueno, pero en este caso, sí lo es. Significa que están hablando entre ellos, en lugar de estar en el teléfono silenciosamente. El estudiante de tercer año en Hinckley-Big Rock, Matthew Batal, siente la diferencia.
“Tener conversaciones con otros amigos es simplemente genial,” dijo Batal, “especialmente cuando se tratan de cosas fuera de la escuela, como los deportes del día anterior.”
Pero los comedores más ruidosos no son la única razón por la que tomaron esta decisión y compraron las bolsas Yondr selladas magnéticamente para que los estudiantes guardaran sus teléfonos.
La superintendente Jessica Sonntag dice que la mayoría de sus incidentes de disciplina se debieron a problemas con el teléfono celular como drama en las redes sociales y bullying. Un semestre después, ella dice que eso ha cambiado.
“Estamos significativamente más bajos,” dijo. “Solo hemos tenido tres suspensiones fuera de la escuela este año en la escuela secundaria y dos en la escuela intermedia. El año pasado, era significativamente más, y los estudiantes estaban fuera de clase procesando más el drama que había ocurrido a través de Snapchat o por mensaje o Instagram, y simplemente muy poco disponibles para aprender o socializar.”
Ella dice que los directores han atribuido esa caída en las referencias a la oficina directamente a la prohibición del teléfono. También han tenido menos estudiantes faltar a la escuela por preocupaciones de la salud mental, pero Sonntag dice que es más difícil atribuir eso totalmente a la prohibición.
La superintendente también esperaba que, como los estudiantes se distraen menos en clase, sus nuevas reglas de telefónicas condujeran a mejores resultados académicos. Hasta ahora, dice que es demasiado pronto para saberlo, pero no hubo grandes cambios.
“Los datos académicos aun todavía esta llegando del nuestro primer semestre,” dijo Sonntag. “Creo que vimos una mejora en el nivel de la escuela intermedia. Parece que todavía no hemos visto una mejora en los datos académicos de la escuela secundaria”.
También hay aspectos del cambio que son más difíciles de medir. Es más difícil decir que los estudiantes están “x” por ciento más distraídos en clase o cualquier porcentaje menos estresados.
“Yo diría que hay muchas menos distracciones,” dijo la estudiante de tercer año en HBR, Savannah McMurtrie, “porque no estás pensando constantemente en, ‘Oh, quién me mando mensaje’ o solo queriendo estar en Instagram todo el tiempo. Estas enfocado en tus tareas, o cuando las acabas, puedes hablar con tus compañeros. Y, sinceramente, es mucho más relajante.”
La prohibición en realidad no solo cubre los teléfonos, también prohibieron los relojes inteligentes y los airpods. Y McMurtrie ha visto cómo eso afecta a sus maestros también.
“Yo recuerdo muchos niños con airpods en sus oídos,” dijo McMurtrie, “y luego los maestros tenían que repetir constantemente lo que decían porque los estudiantes no escuchaban lo que decían.”
Dice que eso no ha sido el caso este año. Alexavier Casana es otro estudiante de tercer año en HBR que dice que nota una pequeña diferencia en la cultura general de la escuela.
“He visto a más estudiantes hacer amistades entre ellos,” dijo Casana. “Y creo que incluso una sola persona puede cambiar el estado de ánimo de alguien, así pude ver cómo los estudiantes lucen más felices.”
Ahora, ¿les gusta a todos la regla? La respuesta es simple, no. Pero Casanas dice que la mayoría lo ha aceptado.
“Creo que después de un mes o dos, simplemente lo tomaron como ‘no hay nada que realmente puedan hacer al respecto’” dijo. “No creo que sus opiniones o mentalidades hayan cambiado al respecto, pero creo sus comportamientos sociales son muchos mejores.
¿Todos siguen la regla? Pues, como la mayoría de las reglas, no todos la siguen. McMurtrie dice que todavía ve a algunas personas con sus teléfonos todos los días en el baño o el vestuario.
Al comienzo del año, Sonntag dice que tuvieron a algunos estudiantes poner teléfonos “falsos” en sus bolsas Yondr. Algunos estudiantes intentaron destruir la bolsa para acceder a su teléfono. Pero dijo, “solo hemos tenido una detención. Eso sucedió está semana, así que hemos llegado tan lejos en el año escolar y nuestros estudiantes lo cumplen.
Dice que el personal está al 100% de acuerdo con la prohibición. Sonntag dice que también ha oído de algunos padres que sus hijos regresan a casa menos agotados emocionalmente y encuentran más tiempo para acabar la tarea en la escuela ya que no están en el teléfono.
El distrito todavía está viendo posibles ajustes a la regla. Los estudiantes de secundaria pueden poner su teléfono en su casillero o en su coche en lugar de la bolsa Yondr, y están considerando si necesitan endurecer esas reglas para el próximo año para que más estudiantes no escondan sus teléfonos en el baño.
Pero, aparte de los ajustes, Sonntag dice que la prohibición del teléfono está yendo incluso mejor de lo que esperaba.
"Parecen más felices", dijo. "Parecen menos ansiosos, parecen menos estresados, parecen más presentes".
Un semestre después, con pasillos ruidosos y todo, no tienen planes de regresar.
Traducido por Carlos Loera