El superintendente Brian DeBernardii camina sobre las afueras de Northwest Elementary School en LaSalle.
“Puedes ver donde mero esto se extiende. Nada de esto estaba aquí,” dijo DeBernardi, apuntando hacia la adición a la escuela de 15.000 pies cuadrados. Es nuevo – los niños entraron por las puertas la semana pasada.
Northwest es una escuela pequeña donde la mayoría de estudianes son de ingresos bajos. Y DeBernardi dice que ellos no tuvieron suficiente espacio para sus estudiantes.
“Nunca tuvimos un salón de arte, nunca tuvimos un salón de música. Nunca tuvimos espacio,” dijo el superintendente. “Estuvimos en un punto donde usábamos clósets de almacenamiento y cuartos mecánicos para hacer varias cosas.”
También renovaron otra sección de la escuela. Nada de eso hubiera sido posible sin “Elementary and Secondary School Emergency Relief” o mejor conocida como ESSER por sus siglas en inglés. Es dinero de alivio del gobierno federal para la enfrentar la pandemia.
Los distritos escolares han tenido los últimos años para gastar ese dinero, y se termina en un mes. Se está hablando de millones de dólares, incluso en un distrito pequeño como LaSalle. DeBernardi dice que compuso una buena parte de su presupuesto.
Y ahora que se acaba – ¿las escuelas de Illinois se dirigen hacia un precipicio financiero? Pues, Angie Smith dice que depende de cómo las escuelas usaron el dinero. Ella ayuda a dirigir las operaciones comerciales de la escuela en el Distrio Escolar de Aurora West e hizo su disertación sobre el impacto de ESSER.
Su distrito, como la de LaSalle, gastó más dinero en proyectos de capital como nuevos techos y sistemas de climatización -- y menos dinero en contratando a nuevos maestros. Ella dice que eso es por una razón simple:
“Esto no es dinero permanente,” dijo Smith.
Por eso se enfocaron en gastos únicos en vez de costos continuos que se quedarán incluso después que se acaben los fondos federales. Pero no está limitado a la construcción. Varios distritos como Aurora West modernizaron la tecnología, dieron bonificaciones a los maestros, e iniciaron programas de escuela de verano para ayudar a sus estudiantes volver a la escuela después de la disrupción inicial de la pandemia.
“Añadimos a gente que estaba haciendo desarrollo profesional para los maestros,” dijo Smith. “Añadimos a entrenadores de práctica restaurativa que trabajaban con los estudiantes – cosas que no iban ser de largo plazo o, en algunos casos, los iniciábamos y nos gustaban, pero luego teníamos que averiguar lo que sale del presupuesto para hacer campo para eso.”
En otras palabras, Smith dice que las escuelas usaron el dinero para probar nuevas cosas, pero ahora tienen que decidir si valen la pena mantener. Ann Williams en el Distrito U-46 en Elgin dice que ellos también tienen que considerar si estos nuevos programas, proyectos y posiciones están ayudando a los estudiantes. ¿Están saliendo buenos resultados de su inversión?
Con eso, ella dice que siempre es simple. Es más fácil pensarlo con tutores. Pagas por el tutor y piensas, ¿la tutoría ayudó a los estudiantes mejorar en esa área? Bastante sencillo. ¿Qué tal la construcción? Yendo del aprendizaje en un clóset de almacenamiento a un nuevo salón -- ¿qué tanto ayuda eso a los estudiantes mejorar académicamente? Williams dice que es un poco más difícil de medir, pero lo intentan.
“Evaluamos el impacto de los gastos evaluando sus efectos en todo el estudiante, observando el aprendizaje y desarrollo socioemocional de los estudiantes,” dijo Williams. “Contamos con encuestas para la participación de empleados que nos permiten evaluar el éxito de algunos de nuestras iniciativas.”
Marguerite Rosa es la encargada del centro de investigación Edunomics. Está preocupada que varios estudiantes no han vuelto a encaminarse académicamente.
“En algunas escuelas, las calificaciones continuaron bajando, y entonces decíamos, ‘en lo que sea que lo hayas gastado, eso no funcionó,’” dijo Rosa. “En Illinois, en comparación con la mayoría de otros estados, observamos un crecimiento bastante grande en lectura, lo cual fue impresionante, y menos en matemáticas en comparación con otros estados.
En su discurso sobre ESSER, una pregunta que Angie Smith propuso responder fue: ¿estos fondos irán a hacer un cambio sistemático o solo es dinero adicional?
Ella dice que solo es dinero adicional porque son gastos únicos. Sin embargo, algunos dicen que esto ha hecho un cambio duradero. DeBernardi piensa en la nueva incorporación de su escuela y las renovaciones de sus salones. Sin ESSER, podría haber tomado otros 20 años para construir todo. Otra generación entera de estudiantes viene y se va sin el espacio adecuado que necesita para aprender.
En LaSalle, los estudiantes están rindiendo mejor en los exámenes estatales en ambos lectura y matemáticas en comparación con antes de la pandemia. Pero otros distritos aún están tratando de ponerse al día. Y ahora están poniéndose al día sin este dinero adicional. Y si no lo gastaron sabiamente, ahora están con menos recursos para ayudar a sus niños.
Traducido por Carlos Loera