Comunidades en todo el país y el mundo celebraron la santa patrona, la Virgen de Guadalupe. Entre ellos estaba la congregación de la Iglesia Católica San Pedro en South Beloit.
Danzantes bailaron en homenaje a la Virgen de Guadalupe con campanas pegadas en sus vestidos.
La música también es una parte clave de la celebración.
Tres hombres jóvenes lideraron una porción de la serenata a la Virgen de Guadalupe. Algunas personas permanecieron silencios con sus pensamientos, mientras otros cantaban junto a los demás.
La familia de la pareja Félix y Patricia fueron los principales patrocinadores y organizadores de la celebración de este año.
“Gente en todo el mundo la festeja y nos recordamos que ella está con nosotros en las buenas y en las malas,” dijo Félix.
La iglesia está ubicada alrededor de una media milla de la frontera entre Illinois y Wisconsin. Los bancos estaban llenos, dejando a personas paradas en la entrada de la iglesia.
“La iglesia está a punto de reventar, ya que hay mucha gente,” dijo.
Dijo que la iglesia es popular ya que fue la primera en establecer misas en español en el área y fue la única iglesia en festejar la Virgen de Guadalupe. Pero tras los años, otras congregaciones han hecho lo mismo.
Esto es un servicio por la tarde, lo cual es una réplica del homenaje que comenzó a las 4 de la mañana.
Patricia dijo que eso es cuando cantan Las Mañanitas por primera vez.
“Para mí, es como si la estuviéramos levantado con la canción,” dijo Patricia, “para que ella esté contenta en su día. Como cuando le cantamos Las Mañanitas a cualquier otra persona. Ella se lo merece y mucho más.”
Félix dijo que su adoración a la Virgen de Guadalupe fue pasada a él de parte de sus padres y mayores.
“Siempre me decían que ella es nuestra madre y que ella siempre nos protegerá, vayamos donde vayamos,” dijo Félix. “Somos comunidades que vienen de fuera de este país. Siempre la tenemos con nosotros, de la mano.”
Dice que su parte favorito de la celebración es cuando la imagen de la Virgen de Guadalupe entra por primera vez al santuario.
“Me hago el macho durante ese momento, porque me dan las ganas de llorar porque se me vienen todos los recuerdos y las emociones,” dijo.
Después de misa, la gente se reúne en el salón de la iglesia para comer tamales y otras comidas tradicionales.
Traducido por Carlos Loera