En nuestra Sociedad en Estados Unidos algunos somos muy afortunados de contar con muchos atributos positivos que damos por visto. Pero mirando cuidadosamente a nuestro alrededor, esos atributos como ponerle gasolina al tanque, viajar o simplemente ir al automercado a comprar la comida para alimentar a nuestras familias no es posible para 1 de 10 personas que no saben de donde vendrá su próxima comida. Si la comida es insegura para estas personas, imagínese cuantas otras carencias tendrán en su grupo familiar.
En general el hambre, resultado de la inseguridad alimentaria, no tiene color, sexo, o género, etnia o credo. Pero, muchos de nosotros en el Condado de Dekalb, podemos hacer algo al respecto con solo voluntariar 1 o 2 horas a la semana en alguna de las múltiples organizaciones sin fines de lucro presentes en nuestro Condado, como por ejemplo Barb Food Mart, Family Service Agency, Oportunity House para nombrar algunas.
Mi experiencia con DCCG (Jardines Comunitarios del Condado de Dekalb) durante estos últimos años, me ha brindado muchas formas de contribuir como voluntario empacando cajas con alimentos para los necesitados, ayudando en la distribución de alimentos, plantando semillas de pepinillos, desherbando huertos de fresas, y lo mejor de todo es que estas oportunidades no discriminan por color, sexo o género, etnia o credo.
¿Qué dices? ¿Tienes una o dos horas cada mes que podrías invertir en ayudar a los necesitados? Llama a estas organizaciones: apuesto a que alguien hablará tu idioma.
Yo soy Mario Gómez y ésta es mi perspectiva.