Johnson Wor dice que Network of Nations ha sido su hogar lejos de casa desde que llegó a los Estados Unidos desde su país natal, Ghana.
"Me di cuenta de que la distancia desde el aeropuerto internacional O'Hare a NIU es de más de una hora. Y pensaba, ¿cómo llego desde el aeropuerto? dijo.
Network of Nations lo recogió y lo llevó a DeKalb por primera vez, como lo hace con doceneas de estudiantes cada semestre.
Son una organización sin fines de lucro que apoya a estudiantes internacionales de NIU. Network of Nations celebra 25 años de aniversario este año.
Unos años después, Wor ahora recoge a nuevos estudiantes internacionales del aeropuerto, asegurándose de que ellos también se sientan como en casa.
"Es una oportunidad para extender la ayuda que les daba a los nuevos estudiantes que venían. Por lo tanto, es cíclico", dijo. "Recibes apoyo y intentas de ofrecer apoyo".
El servicio de recogida en el aeropuerto es sólo uno de los muchos servicios que ofrece Network of Nations. También ofrecen clases de inglés como segunda idioma (ESL), grupos religiosos, ropa, sumisitros de cocina y mucho más.
La directora ejecutiva, Lisa Dietrich, dice que surgió de un pequeño ministerio de estudiantes internacionales a una red de más 20 iglesias loclaes y un equipo de voluntarios.
"Creo que Network of Nations se trata de hospitalidad y aliento", dijo Dietrich. "Se trata de unir al mundo con respeto y honor".
Dice que apoyan a unos 300 estudiantes al año de más de 120 países. No son parte de la universidad, sólo una organización de apoyo para estudiantes.
Durante sus primeras décadas, su lugar de encuentro nunca fue cerca del campus. Pero el año pasado, se mudaron a un nuevo edificio a sólo unos pasos del centro de estudiantes.
"Los estudiantes vienen, preparan café, estudian y en general tienen un lugar para descansar además de la biblioteca y de ir a casa a almorzar.
Mientras han crecido, los servicios se han ampliado, pero uno de sus eventos más duraderos es Intercultural Café. Es una cena semanal gratuita con un menú rotativo de platillos de todo el mundo, a menudo cocinados por estudiantes que comparten una parte de su cultura, de su hogar.
"Estaba en un poco de situación donde no tenía dinero, así que pensé: ¿Sabes qué? ¡Comida gratis!" dijo Brandon Ty, al recordar por qué vino a su primer café. Es un estudiante de Cambodia. "Y desde el primer día que estuve ahí, mi primer viernes, hice amistades con muchas personas diferentes".
Provienen de países y culturas muy distantas, pero dice que comparten el mismo anhelo por el hogar, desvelándose por la noche para llamar a la familia, perdiéndose cumpleaños, bodas y funerales.
"Network of Nations les ayuda a construir su propia familia aquí", dijo Ty. Hace que la añoranza y todo eso sea mucho más llevadero, o incluso quizás su vida aquí sea aún más placentera".
Dice que hacer amistades de todo el mundo ha cambiado su vida de manera que van mucho más allá de probar comida nueva y deliciosa.
"De verdad me abrió los ojos a diferentes personas de diferentes orígenes y a aprender sobre la tolerancia y tener la capacidad de simpatizar con aquellos que son muy diferentes a ti", dijo Ty.
Johnson Wor dice que esa conexión se ha sentido más crucial mientras el presidente Trump se dirige a los estudiantes internacionales. A principios de esta primavera, la administración revocó y luego reinstaló las visas de cinco estudiantes de NIU.
"Hay una ola de miedo entre todos los estudiantes internacionales y sólo esperamos y rezamos para que las cosas se calmen para que puedan estudiar von tranquilidad", dijo.
Wor dice que esto ha hecho que algunas personas tengan miedo de conducir hasta el aeropuerto para recoger a nuevos estudiantes; ya que temen ser detenidos por la policía y revocarles la visa.
Haniel George Mngodo es recién graduado de Tanzania. Dice que no se puede imaginar una experiencia en NIU sin Network of Nations. De hecho, no sabe cómo habría conseguido su diploma sin ellos.
Cuanndo llegó la pandemia, sus padres perdieron sus trabajos en Tanzania. No podía pagar las cuotas escolares y estuvo fuera de clase durante meses mientras sus sueños de graduarse se desaparecían. Ni siquiera podía permitirse comprar alimentos.
"De hecho, me vi obligado a regresar a casa en enero de 2021, pero, a través de Network of Nations, específicamente Lisa, me presentó a un grupo de familias que eran de una iglesia luterana que aceptaron patrocinar mis estudios hasta que acabara", dijo.
Mngodo recuerda haber llorado porl telefóno cuando se enteró. Y, como muchos exalumnos, sigue involucrado con el grupo.
“Fue increíble porque me hizo sentir que estar lejos de casa era como estar en casa”, dijo.
Cuando estás tan lejos de casa, es difícil para la familia viajar al otro lado del mundo para verte caminar por el escenario para recibir tu diploma. Es por eso, además de sus servicios, Dietrich dice que ella y sus voluntarios van a la graduación cada año para animarlos.
Y dice que ella espera que puedan seguir haciendo crecer este hogar lejos del hogar en los próximos 25 años.
Traducido por Carlos Loera