Ahora que todo el mundo está con sus resoluciones de fin de año en marcha (casi siempre sobre comida), recuerdo la famosa dieta mediterránea.
Mucho se ha dicho sobre sus beneficios; es popular porque combina vegetales, carnes (especialmente pescado) y carbohidratos con notables cantidades de aceite de oliva.
Ahora, si le preguntamos a un nutricionista si de verdad es una buena opción, la respuesta nos va a sorprender, porque… todo depende.
¿Depende de qué? No de la dieta, sino del estilo de vida.
He tenido la suerte de viajar a España varias veces y en cada ocasión he disfrutado de la comida. A veces he comparado mi peso antes y después del viaje, y me he llevado agradables sorpresas. Sin embargo, pese a que continúo con la "dieta" en casa, ya no continúa el progreso.
¿Depende de qué? No de la dieta, sino del estilo de vida.
Los españoles son habladores, sociables, se toman la vida, no el trabajo, en serio. Siempre tienen tiempo y aun así hacen las cosas como se debe, y no bajo presión innecesaria. Se detienen para descansar, incluso a mitad del día. ¡Recordemos que en España se inventó la siesta!
Mientras, aquí nos enorgullecemos de decir que "el tiempo es oro" y olvidamos que la vida no es gratuita. Por eso, este año probaré de nuevo la dieta mediterránea y su estilo de vida. Una pequeña advertencia: no voy a estar libre por las tardes.
Soy Francisco Solares-Larrave, y esta es mi perspectiva.
Audio production by Isabel Tapia