Hear this perspective in English
Hay que tener cuidado con lo que uno quiere, porque podría convertirse en realidad. Lo digo porque me pasó a mí. ¿Quieren saber?
Tenemos una gata llamada Mimí, a quien no le gusta el regazo, no le agrada que le hagan cariño y nos tolera a distancia. Por esa razón comencé a ver videos de gatos, juguetones y cariñosos, y me preguntaba si alguna vez viviría con un gato así.
Entonces vino Harvey a nuestras vidas. Harvey es un gato anaranjado y amistoso, cuya dueña tuvo que dejarlo cuando se mudó a otra ciudad. Como nos encargábamos de él cuando ella salía de viaje, nos preguntaron si lo queríamos adoptar. Naturalmente dijimos que sí.
Ahora Harvey vive con nosotros, y a pesar de su tensa relación con Mimí, no ha cambiado. Por esa razón también puedo decir que se me cumplió mi deseo. Vivir con Harvey es de lo más emocionante porque siempre está metido en algo: la refrigeradora, los armarios, el mostrador de la cocina… Todo el tiempo nos preguntamos "¿Has visto a Harvey?" porque siempre está tramando algo. Pero después de sus travesuras vienen los momentos para video, cuando Harvey me sigue, maúlla, se sube a mi regazo, me lame las manos y se duerme, ronroneando como motorcito.
Así pues, debo admitir que mi deseo se cumplió, y ahora tengo que aprender a vivir con las consecuencias. Por eso, la frasecita del principio tiene un nuevo significado para mí: hay que cuidarse de lo que uno quiere…
Mi nombre es Francisco Solares-Larrave, y esta es mi perspectiva.